Desde su presentación, este sitio
siempre tuvo una especial predilección por las teorías conspirativas, el género
apocalíptico, en otras palabras: los aspectos extraordinarios, ocultos y
subterráneos de la realidad de todos los días.
Teníamos en la mira el relato
Cristiano del fin de los tiempos, también estábamos atentos a los dictámenes de
los satélites artificiales acerca de la llegada de un asteroide asesino que
volviera a terminar la tarea que inició hace varios milenios y continuó con la
extinción de los dinosaurios.
Tampoco es necesario mencionar
que alguna vez barajamos los riesgos de una nueva guerra mundial, después se
sumaron los posibles efectos del calentamiento global producto del hacer
desmedido del hombre.
Siguiendo con las causas humanas,
la factibilidad de un accidente nuclear o biológico –en especial este último
caso– fue siempre una posibilidad cierta y concreta de aniquilamiento de la
raza humana.
Y por último, nuestra inocultable
fe en la existencia de otras inteligencias en el universo, nunca excluyó la
hipótesis de una invasión extraplanetaria, si bien –siguiendo al científico de
la película “Marte Ataca” de Tim Burton– creemos que si son inteligentes, naturalmente
han de ser buenos, pero vayan a convencer a los creyentes de las conspiraciones
reptilianas y los "annunakis" de que estos visitantes son pacíficos.
También están por allí, un poco
archivados, la llegada de "Hercolubus" y también "Niburu", los “Chem Trails”, los
"Illuminatis" y sus planes de conquista con implantación de chips para control mental, el
Gobierno Secreto en las Sombras, etcétera, etcétera, etcétera.
Lo que nunca pasó por nuestra
mente fueron las así llamadas “Profecías Mayas”. En parte porque ni sabíamos
que estaban y después, habiendo leído su extensa entrada en Wikipedia, podemos
decir sin sonrojarnos, no entendimos mucho.
Lo único más o menos comprensible
fue que llegando al 2012, todo iba para mal, en especial cuestiones ligadas al
ciclo solar y aumento de la actividad sísmica.
Después vino la película, y ahí
lo poco que entendimos, se esfumó envuelto en efectos especiales e
inconsistencias fílmicas.
Pero debemos decir que, en el
Gran Campeonato del Marketing Apocalíptico, hoy los Mayas van primeros.
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