¿Habrá pasado? ¿Habrá ocurrido?
¿Todo habrá sido como fue contado?
¿El Cireneo, acaso habrá existido?
¿El Buen Ladrón esa tarde fue a tu lado?
Cuantas preguntas y cuantos misterios
Cuantas dudas para seguir creyendo
Que la Iglesia es dura, que el Papa atrasa
y todos callan sobre los curas pederastas
Que el Vaticano nada en oro
y el pueblo en padecimientos
Que el aborto, el divorcio
y todo el sexto mandamiento
Cuantas preguntas y cuantos misterios
Cuantas dudas para seguir creyendo
Y Vos estás ahí nuevamente en la Cruz
otra vez con los ladrones a tu lado
gritando “Dios Mío, Dios Mío”
“¿Por qué me has abandonado?”
Y yo estoy aquí junto a mis dudas
mis omisiones y también mis pecados
gritándome “Dios Mío, Dios Mío”
“¿Por qué te he abandonado?
No hace falta que me digas
ni que muestres tu costado.
Creo que a todo Viernes Santo
le sigue el Domingo Resucitado
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