Menos, es Más
Esta entrada es un pequeño y
silencioso elogio del viejo dicho “Menos, es Más”.
A fuerza de ver la temporada
cuarenta mil de Los Simpson, las siete u ocho de “24” y las ya inseguibles, al
menos para mí, secuelas, precuelas y demás denominaciones (en el blog:
laguaridadelaspalabras.blogspot.com nos explican la diferencia entre: Película,
Continuación, Precuela, Intercuela, Paracuela, Pseudosecuelas,
Retrocontinuación, Medicuela, Spin Off y Crossover) de la Guerra de las
Galaxias.
Sí, como en un auto a toda
velocidad rumbo al precipicio, en lo que respecta a la extensión de una obra o
hecho artístico, a veces es necesario frenar a tiempo, sin miedo a que se nos
acuse de medrosos, amarretes, tacaños o cualquier otro adjetivo.
Tanto es así que, en Sector
Invisible, haciendo gala de otro dicho: “La caridad empieza por casa”, aplicamos
este pensamiento y comprimimos lo que era una saga de artículos: “Menos, es
Más”; “Menos, es Más II – La Revancha”; “Menos, es Más III – Ahora es
personal”; “Menos, es Más IV – Destrucción”; “Menos, es Más V – El Despertar”;
“Menos, es Más VI – Apocalipsis” y “Menos,
es Más – Capítulo final” en esta simple pero mucho más transitable única entrada.
Menos palabras…. Pero eso sí, Las
Mejores.
Ahora bien, ¿cómo graficar este
concepto? Después de mucho pensar y ante lo críptico que se volvía
conceptualizar toda esta idea en un dibujo, se me ocurrió comparar diferentes
versiones de una misma canción, pero que tuvieran un diferente modo de realización,
algunas de estas obras fueron hechas por artistas conocidos y otras por
artistas menos conocidos o en formación, algunas versiones con gran desparramo
de recursos, en coros, con muchos instrumentos y, en cambio, otras
realizaciones por lo medido y recatado de su realización tienen un carácter
casi amateur.
Es interesante destacar que a
diferencia de muchos de los concursos que se ven por televisión abierta, donde
los participantes ejecutan cada uno una canción diferente lo que para mí es una
debilidad del procedimiento porque muchas veces un participante le toca en
suerte una canción claramente mejor o más popular que a otro y ya entra ganando,
pero no por sus habilidades sino por un elemento extraño a su arte y que bien
podría denominarse en lenguaje de barrio (usaremos una expresión que es medio
antigua pero apta para todo público) “ ¡ Que tarro ! ”.
Por eso aquí, en Sector
Invisible, para tranquilidad de sus lectores, eliminamos la suerte y el azar y
de esa forma acabamos con esa modalidad que a nuestro entender llevaba a engaño
y decidimos avanzar con el simple procedimiento de ir comparando a todos con la
misma canción.
Además, para reforzar el efecto de tabla rasa,
según Wikipedia: La expresión tabla rasa, (en latín tabula rasa)
se aplica a algo que está exento de cuestiones o asuntos anteriores) tomamos
una canción no muy conocida en el intento de que nadie pueda tenerla como
favorita (lo cual generalmente viene acompañada de un tipo de interpretación ya
establecida) y eso incline las preferencias al momento de la elección.
La canción elegida es “El romance
del Enamorado y la Muerte”.
Primero aclaremos
que es un “romance”, pues bien, y nuevamente pedimos socorro a Wikipedia: El
romance es un tipo de poema característico de la tradición literaria española, ibérica e hispanoamericana compuesto usando la
combinación métrica homónima (octosílabos rimados en asonante
en los versos pares). No debe confundirse con el subgénero narrativo de igual
denominación.
Es un poema
característico de la tradición oral, y se populariza en
el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones
denominadas romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos de una
gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se
interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.
Ahora sí, podemos ir por la
letra, aclarando que ponemos una letra a modo de referencia porque nos dimos
cuenta que cada artista, en el ejercicio de su libertad creativa, le ha hecho
pequeños cambios, aquí la letra que nosotros tomamos como base:
Romance del Enamorado
y la Muerte
I
Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores,
que en mis brazos los tenía.
II
Vi entrar señora muy blanca,
muy más que la nieve fría.
”¿Por dónde has entrado, amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
III
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías”.
”No soy el amor, amante;
La muerte que Dios te envía”.
IV
”Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día”.
”Un día no puede ser:
una hora tienes de vida”.
V
Muy deprisa se cansaba,
más deprisa se vestía.
Ya se va para la calle
en donde su amor vivía.
VI
”Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña”.
”¿La puerta como he de abrirte
si no es la hora convenida?
VII
Mi padre no fue a palacio,
mi madre no está dormida”.
”Si no me abres esta noche,
ya nunca más me abrirás.
VIII
La Muerte me anda buscando,
junto a ti vida sería”.
”Vete bajo mi ventana
donde bordaba y cosía.
IX
Te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
si la seda no alcanzare
mis trenzas añadiría”.
X
Ya sube por el cordel,
Ya toca la barandilla,
La cuerda de seda se rompe,
Y él como plomo caía.
XI
la Muerte le está esperando,
abajo en la tierra fría,
”Vamos, enamorado,
Y ahora aquí, algunas de las
versiones realizadas que tomamos como referencia para ilustrar el concepto
capital de esta entrada: Menos, es más.
1 – Leda Valladares y María Elena
Walsh
2 – Cuarteto Zupay
3 – Joaquín Díaz
4 – María Bradley
5 – Pro Música de Rosario
6 – Solitude of Alanna
7 – Adolfo Osta
Análisis Final:
Primero aclaro que hay muchas
otras versiones y que elegimos estas por una mezcla de gusto y cierto grado de vagancia que se traducía en esta frase: "Ya me cansé de buscar...".
Creo que este Romance tiene como
nota distinguida su sentido trágico, se trata de un amor trunco, un amor que se
consume hasta la muerte.
En alguna de estas versiones, en
mi parecer, no se respeta este tono triste (Versiones 1 y 4), su escucha me
parece hasta festiva, como si la interpretación estuviera por encima de la
obra.
En otras interpretaciones hay un
edulcoramiento (Versiones 2 y 5), se nos presentan como versiones melosas,
propias de este tiempo de dulzura impostergable y claramente el tema no permite
estos estilos.
Y a mi gusto hay tres versiones
que se distinguen por reflejar el tono justo (Versiones 3, 6 y 7), como no me
parecen todas iguales, daré unas breves impresiones de cada una de ellas:
Versión Joaquín Díaz: Es una
versión puente entre los otros interpretes y los dos que siguen.
Versión Solitude of Alanna: Me
encanta la producción que esta joven interprete hizo, no solo al ejecutar la
música, sino que se caracterizó como los tres personajes de este Romance: El
enamorado, la doncella y la cautivante Muerte. Se mete en la piel de estos tres
personajes, cambia la voz, hace la gestualidad adecuada, en fin, una
interpretación con todas las de la ley.
Versión Adolfo Osta: Aquí la
seducción es por lo yermo, lo despojado de su voz desnuda, además los cambios
de tono que van de la mano con la progresión de la historia dan el marco
adecuado.
Los Ganadores para Sector Invisible:
Se registra un casi empate entre Solitude of Alanna y Adolfo Osta y decimos “casi”
porque nos rendimos ante la versión de Solitude….
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