Así, sin miramientos, se fue gestando un golpe de estado en
la Dirección Editorial
de Sector Invisible.
Lentamente fue ganando terreno en las oficinas administrativas y luego en las dedicadas al proceso creativo, primero
como un simple siseo entre redactores aburridos, luego se fue transformando en
comentarios en voz baja en la máquina de café, finalmente apareció con toda su
fiereza en una asamblea:
“Estamos hartos de tener que esperar que el Gran Redactor Estrella nos traiga uno de sus largos y remanidos artículos”“Queremos poder poner notas cortas, punzantes, críticas de películas, reseñas de libros, opiniones sobre discos”
Por más que se quisieron torcer voluntades, quebrar
conciencias o al menos comprar votos, se perdió…. Sí señores, ganaron los
voceros del facilismo, los enemigos de la investigación, los detractores de la
extensión.
Ahora el futuro de Sector Invisible está dominado por la
inmediatez, la volatilidad, el chiste soez, el comentario oportunista.
Logramos una mínimo acuerdo para respetar la sección poesías,
pero no mucho más….
Que Dios se apiade de nosotros en este nuevo tiempo…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario