El otro día fui a ve la película “Gravedad” y se convirtió en una
experiencia visual impresionante, claramente debo decir que para mí se constituyó en el primer
acercamiento a lo que puede ser el espacio, con su silencio y hostilidad
latente para la vida humana, filmado con un grado de veracidad impactante.
En la película se muestra que hay un punto en que, por la
distancia, ya no nos atrae la masa de la Tierra, y por eso quedamos flotando a la deriva,
sin rumbo, sin destino…
En ese ambiente, las naves espaciales (el Transbordador, la Estación Espacial,
un Módulo Chino, etc.) sirven como si fueran anclas que los protegen de la
interminable finitud del espacio, los amarran a un entorno conocido y
protector.
……….
Yo crecí en un país donde el Bien era un objeto masivo, una
entidad de tal magnitud que por su propia virtud atraía a todos de manera natural
hacia su entorno conocido y protector.
Además estaba presente el Estado para facilitar, ayudar y
reconducir el proceso de llegada a ese objeto masivo.
Viendo los incidentes de Córdoba, las manifestaciones que
están ocurriendo en este mismo momento en la Asamblea de la UBA, los cortes de las
autopistas, los piquetes, etc., me parece que el gran problema que tenemos es
que nos hemos alejado tanto de ese objeto masivo que ya no nos atrae.
Este proceso no es reciente, viene ocurriendo desde hace más
de cuarenta años.
Ya no nos parece interesante “dejarnos caer” en su esfera de
atracción, y para colmo el Estado ya no es un ancla eficiente, no puede, no
quiere o no sabe amarrarnos nuevamente y así podemos quedarnos flotando a la
deriva, sin rumbo, sin destino…
Se parece mucho a unas estrofas de una canción de Moris: "Ayer Nomás":
Ayer nomás,
en el colegio me enseñaron,
que este país
es grande y tiene libertad.
Hoy desperté
y vi mi cama y vi mi cuarto
en este mes no tuve mucho que comer.
………….
Ayer nomás
salí a la calle y vi la gente
ya todo es gris y sin sentido,
la gente vive sin creer.
Sin creer.
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