Otro viernes de abril
como ese viernes del fin.
Otra vez estabas allí
y yo de nuevo te vi.
“es ella” – les dije
“es la de gris”
estabas sentada esperándome
y llegué con todo el invierno,
en esa tarde de abril.
“No te preocupes, no es nada...
sólo es un toquecito...”
Y nunca más nos vimos.
Y nunca más te ví.
Me acuerdo que me miraste,
me acuerdo que sonreiste,
me acuerdo de tus ojos...
Todavía me acuerdo...
Sólo sufro un poco
cada viernes de abril
cuando recuerdo tus ojos
como ese día que te vi.
“es ella” – les dije
“es la de gris”
estabas sentada esperandome
y llegué con todo el invierno,
en esa tarde de abril.
Y lo peor no fue
que sonrieras al verme
en esa tarde de abril
sino que no te sorprendiera,
cómo que supieras...
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