No se sienta.
No camina.
No habla.
No logra quedarse parado.
No puede agarrar cosas.
No sabe dar besos.
No come solo.
No puede tomar sin que se le derrame todo.
Nunca me dijo Papá.
Nunca dijo Mamá.
No logra abrir bien la mano.
No puede rotar cuando está acostado boca arriba.
No sabe o no puede soplar las velitas de sus cumpleaños.
No puede estirar bien las piernas ni los brazos.
No puede señalar con la mano.
No puede sostener un vaso con las dos manos.
Puede reir.
Sabe reirse.
Se rie más que nadie en esta casa.
Tiene para todos una sonrisa.
Se alegra cuando otros se alegran.
Nos conoce a todos.
Me conoce y me lo hace saber todos los días.
Se sabe hacer entender, sólo hay que querer entenderlo.
Le gustan las gaseosas.
Le encantan los postres de frutilla y crema.
Ama la velocidad y el vértigo.
Aguanta todo y no se queja.
Reconoce el camino a las casas de sus abuelos.
Le encanta el agua.
Le gusta jugar a esconderse.
Admira a su hermana.
Quiere con toda su alma a sus primitos.
Conoce a nuestros amigos.
Enseguida se hace amigo de los demás chicos.
No tiene vergüenza ante gente desconocida.
Sabe cuál es su ropa.
Le encanta que lo lleve a dormir.
Viajar en auto lo pone feliz y excitado.
Está vivo. Y nos quiere.
¡Qué más...!
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