Nunca veré tus hijos
Nunca me harás goles
Nunca subiremos el Uritorco
Nunca me ganarás una carrera
Nunca me ayudarás a levantarme
Nunca me pedirás consejo sobre chicas
Estamos los dos inválidos
Vos con tu silla
Y yo con mis ruedas
¡Ay! Tomi, mi Tomate
Por suerte estás ahí
para que yo entienda
que el amor todo lo puede,
el amor todo lo enmienda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario