Buscando la simplicidad, el Santo Grial de la nueva etapa, podemos sintetizar que: Transcurre en un futuro y pasan muchas cosas.
La película es entretenida, muy buenos efectos, presenta algunas sorpresas argumentales que a medida que avanza la proyección se van develando y nos muestran que hoy por hoy no es posible hacer una película lineal, hay que "rizar el rizo" (expresión que vendría a significar: hacer las cosas más difíciles de lo que son, complicarlas inutílmente).
Sin intentar sacar ni un ápice del interes que alguién puede tener en verla, decimos que los alienígenas de turno vienen a la tierra a robarnos el agua (sí, la profecía del ARI ser ve cumplida).
Pero... siempre hay un pero, según Wikipedia:
"..Contrario a la creencia popular, el agua es un elemento bastante común en nuestro sistema solar, es más, en el universo; principalmente en forma de hielo y, poco menos, de vapor. Constituye una gran parte del material que compone los cometas..." (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Agua)
"...Se ha detectado agua en nubes interestelares dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Estas nubes interestelares pueden condensarse eventualmente en forma de una nebulosa solar. Además, se piensa que el agua puede ser abundante en otras galaxias, dado que sus componentes (hidrógeno y oxígeno) están entre los más comunes del universo..." (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Agua)
"... En julio de 2011, la revista Astrophysical Journal Letters, publicó el hallazgo, en una nube de vapor de agua que rodea el cuásar APM 08279+5255 de lo que hasta el momento se configura como la mayor reserva de agua en el Universo, unas 140 millones de veces más que en la tierra..." (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Agua)
Por eso, con la película todo bien, está buena, las actuaciones no desentonan, los efectos especiales ratifican que ya no se puede distinguir lo real de lo diseñado en una computadora, pero además, también nos indica, que esos extraterrestres no tienen acceso a nuestra Wikipedia.
4 comentarios:
Me haces acordar a mi mamá cuando ve una novela en la tele. Si es una escena en un hospital empieza a quejarse porque al paciente le pusieron mal la sonda....
Supongo que con Dani "el experto en extraterrestres" López no van a joder. Igual más bizarra que Mars Attack (la que salió allá por los noventa) no va a haber, es insuperable.
Bueno, pero ellos tienen guionistas, escritores, investigadores.... que al menos chequeen un poco las historias.
Hubieran puesto que venían por el selenio, el circonio, el varsovio o el tugstenio (estos dos últimos si es que existen)
Claro, inventando un término suena más creíble...
Una vez una profesora de biología nos mandó a indagar sobre las cosas dichas en las publicidades para ver qué engaños podían tener los supuestos términos científicos como L-CASEI-DEFENSIS de actimel, por ejemplo. La mayoría son inventados, pero la gente los compra. Supongo que si dijeran que el yogurt tiene agua tampoco convencerían a muchos.
¿Será que lo que existe en esta, nuestra realidad, no nos resulta suficiente? ¿Ya no nos convencen los argumentos hechos con los elementos que tenemos a mano? ¿Le creemos más a un tipo que nos dice que los extraterrestres vienen de un planeta llamado Ripstempruc y que se alimentan de faladanga solo porque nunca escuchamos hablar de eso? ¿No pueden tomar agua y comer palitos pehuamar?
De algún modo todo esto me recuerda a Austin, un chaboncito que estoy leyendo para lingüística que básicamente desarticula todos los problemas filosóficos porque los considera irrisorios y productos del propio lenguaje. Lo que este tipo dice es que los filósofos hablan "en difícil" con términos técnicos creándose más problemas de los que resuelven. Es un poco extremista, pero alguito -alguito - de razón tiene.
Se que tu planteo no viene por ese lado, pero me parece que sería interesante desarrollar esa línea.
Por último te cuento que mañana no voy a poder ir a almorzar porque soy esclava de las técnicas. Así que levanten mi copa (en este caso mi vaso de vidrio) por Nahuelito.
El problema de si la realidad nos es suficiente, yo le encontraría su origen más en carencias psicológicas del sujeto que en una supuesta finitud cuantitativa de la realidad a los efectos explicativos.
En el libro (muy bueno) de Arthur Clarke "El Fin de la Infancia" un día se establecen en el cielo de cada gran capital unas naves alienígenas de tamaños descomunales (sí, hasta en esto Día de la Independencia es un mal robo de ideas), al principio es todo desconcierto y preguntas, al cabo de cincuenta años ya se habían naturalizado como parte del paisaje y a nadie le importaba.
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