Crepúsculo

Honrando el rol de padre de una chica preadolescente cumplí el ritual del momento y fuimos a ver “Crepúsculo”.

La película me pareció, más allá de la cara de estreñido perpetuo del pobre Edward, un capítulo de una serie de televisión, sin gran desarrollo de producción, con pocos efectos, lenta, previsible, etc. Pero a cada uno su gusto.

Pero lo que me llamó la atención es que sigue la línea impuesta hace mucho tiempo desde Drácula, El Hombre Lobo, Zombies, los extraterrestres varios de la época del 60, etc.

Todos estos visitantes que suelen ser más fuertes y más inteligentes que nosotros, a la hora de comer humanos se comportan como bulímicos imparables, se ciegan y precipitan su caída (al menos hasta la continuación de la película).

Sólo los humanos, en la mirada de estos guionistas, somos la única especie del universo que puede mediar entre su deseo de comer y la comida, puede frenarse y pensar.

Pareciera que podemos tener algún control sobre nuestro hambre y el alimento. Es más, en nuestra cultura no está bien visto comer perros o ratas (por diferentes motivos) y aunque haya pueblos que sí lo hacen, seguramente en ellos encontraremos algún otro animal que esté vedado a sus estómagos por razones sentimentales.

Otro punto interesante es el hecho de saber que su "alimento" piensa y siente, aunque en menor intensidad que ellos (según su entender), no les afecta en nada, siguen con su objetivo de caza.

Tengo la confianza de creer que si en algún momento se llegara a demostrar que las vacas piensan (en el sentido que nosotros le damos a esta palabra), nuestra relación con el asado cambiará.

¿Que pasaría si descubrimos que nuestro alimento (sea carne o vegetal) en su paso por la vida como individuos: sufren, aman, tienen planes, creen un un Dios...? Me parece que en ese caso Cormillot, Ravenna y los Slims Centers, tendrán sus días contados...

Pobres vampiros y alienígenas que entre dominar la ciencia y la naturaleza y un brazo de terrícola (al cual ni siquiera tienen la delicadeza de cocinar en la mayoría de los casos), no dudan en embarcarse en la caza de este último.