domingo, 30 de agosto de 2009

Tomi y los Neandertales

Aclaro desde el vamos que esta nota carece de todo asidero científico, son sólo impresiones y sensaciones a las que les he dado la forma que me parece más adecuada.

Esta entrada debe ser tomada con la misma entidad que los cuentos, no más que eso.


De todos los compañeros de Tomi y también de él mismo, me parece advertir que es posible establecer una categorización en sus parálisis cerebrales.

Esta discriminación estaría en base a las causas que las fundaron, es decir me parece advertir que entre todas las posibles razones de diferenciación, también habría que agregar que no parecen ser lo mismo los chicos con parálisis originadas en problemas de falta de oxígeno al momento del nacimiento que aquellos que las han tenido como producto de alguna situación vinculada con lo genético.

En los primeros creo ver una hiperactividad y suelen poder emitir algunas palabras y parecen estar intelectualmente más intactos.

En cambio tanto en Tomi como en dos o tres chicos más que tienen parálisis de origen genético, se los ve más tranquilos, más inclinados a una especie de hipoactividad, no hablan y, si bien, se los siente como conectados con el mundo, no lo están al nivel de los otros.

En los chicos con patologías originadas en problemas de oxígeno tengo la idea de que tienen su cerebro con la forma correcta y solamente una dotación importante de neuronas muertas.

En los segundos, o al menos en el caso de Tomi, parecería que todas sus neuronas están bien pero lo que falla es la “forma” en que está dispuesta su masa cerebral.

A Tomi le han diagnosticado “lisencefalia”, lo que traducido a un lenguaje más acorde a mis conocimientos es algo así como que algunas partes de su cerebro que tendrían que tener nervaduras o circunvoluciones, están lisas.

Para los primeros estoy seguro que llegará el tiempo en que los científicos inventarán la manera de reponer esas partes muertas, me imagino que alguna terapia con células madre o clonación de focos celulares o lo que sea en orden a reponer piezas será parte de un futuro cercano.

Para Tomi, creo que lo que se necesita es tiempo, sí mucho tiempo… tal vez unos milenios para que su cerebro “aprenda” a moverse con esas partes lisas, comprenda como funcionar y cómo hacer que todas sus neuronas –de por sí sanas– puedan encontrar el modo de operar sin problemas.

Leyendo cosas en la web, encontré esto:
“… Los neandertales habitaron Europa y Oriente Próximo hasta hace unos 30.000 años. Se extinguieron después de aparecer su sucesor, el Hombre de Cromagnon, que era anatómicamente un humano moderno. Muchas teorías han tratado de explicar lo que les sucedió a los neandertales. Una de ellas sugiere que los neandertales eran una especie diferente al Hombre de Cromagnon...
……………
No podremos nunca estar seguros del destino de los neandertales, hasta que los descubrimientos arqueológicos nos suministren una evidencia. Sin embargo, tuvieron conocimiento humano para muchas cosas. Los neandertales eran lo suficientemente compasivos como para enterrar a sus muertos, cuidar de los heridos y enfermos, fabricar sofisticadas herramientas, crear alguna forma de ceremonia ritual y comunicarse de algún modo. Fue este aspecto de humanidad, el que fue continuado y perfeccionado por su sucesor, el Hombre de CroMagnon, que más tarde dominaría el mundo…”

Capaz que así funciona la evolución, introduciendo un pequeño cambio y viendo como florecen, capaz que Tomi es uno de que tienen en sí la semilla de una incipiente humanidad…

Si fuera así les puedo asegurar con toda mi alma que este sería un mundo mejor, un mundo dónde la bondad estaría a flor de piel y la codicia y la tristeza serían recuerdos del pasado.

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